



En un contexto de incertidumbre generalizada y la pérdida masiva de empleos, nos propusimos ofrecer una solución accesible que permitiera a los niños continuar su aprendizaje desde la seguridad de sus hogares. Con un enfoque emprendedor y una resolución inquebrantable, lanzamos nuestra academia, comprometidas a proporcionar una educación de calidad a un costo razonable.
No obstante, el camino hacia el éxito estuvo plagado de desafíos. A pesar de nuestras expectativas iniciales de llenar al menos una clase con diez alumnos, nos encontramos al finalizar el periodo de inscripción con tan solo dos. La desilusión amenazaba con socavar nuestra determinación, pero decidimos extender el plazo de inscripción y, gradualmente, los estudiantes comenzaron a llegar.
A medida que nuestra academia crecía, nos enfrentamos a la competencia de otras instituciones virtuales. Sin embargo, en lugar de sucumbir ante la presión, hallamos una oportunidad para destacarnos. Al observar las necesidades de nuestros clientes, concebimos una propuesta singular: clases en grupos reducidos a un precio asequible. Este enfoque innovador combinaba lo mejor de ambos mundos, ofreciendo una educación de calidad sin sacrificar la atención personalizada.